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458 MISIO'.llES DE LOA PP . CAPUCHlNO8 independiente de los poderes de la tierra. :\sí por ejem– plo, se entristece el alma leyendo un informe interesante del Sr. Deán de la Iglesia Catedral de Salta, Dr. don José Zavala, el cual, á propósito de un asunto en qu e podría y debería invocar el Derecho canónico contra un beneficiado realista que había abandonado su puesto , y reclamaba, no obstante , sus emolumentos, se exp resa en términos regalistas y galicanos, amparándose en la no– ción de Patr/a ó de Estado para justificar el castigo. En la respuesta á la denuncia del Gobernador Intendente dice que «el Beneficiado quedaba privado, con toda jus– ticia, de los emolumentos de su beneficio; porque, siendo la Patna la que paga el suste nto de las clases educado – ras con el dinero de las productoras, nadie puede adue– fiarse como propietario de lo que es patrimonio de la Patrza: ni puede quejarse si la Patria no quiere ni tien e por conveniente que alguna persona sirva y sea mante– nida en el destino que le haya dado » ( r ). Y por este te– nor sigue el Sr. Zavala en retumbantes períodos , hacien– do profesión de su patriotismo, y desahogando sus que – jas contra España y su Gobierno, mezclándolas con ideas bíblicas sobre la justicia y la libertad de los pueblos. Es el fenómeno que ya observamos en Chile en los días de su independencia; el Patronato real y la protec– ción inmemorial del poder civil habían falseado los con– ceptos, hasta hacer del clero un cuerpo religioso de fun– cionarios del Estado. No obs tante, el mismo ilustrado autor, que citamos en estas páginas, Mons. Piagg-io, empeñado, con miras elevadas , en defender el patriotis – mo del clero en los días difíciles de la independencia (1) Mons. Pinp:gio. Obr. cit. c. I. p . 1111 y sig.