BCCCAP000000000000000000000204

448 lllISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS las Provincias; vino otra vez la guerra civil, fatal esta vez para la naciente República, que cayó en manos del tirano Rosas, .federal, gmtclzo bravo y temerario, que oprimió al país por espacio de I 7 años, hasta que su mejor aliado don Justo J. Urquiza, gobernador de Entre– rríos, haciéndose eco del clamor del pueblo, que veía la hacienda, el decoro y hasta el territorio nacional en el borde del abismo, formó una po<lerosa coalición, que derribó á Rosas para siempre. El pueblo aclamó enton– ces al vencedor Urquiza, quien dictó (,tra nueva Cons– t\túción, fijando la capital d'!l Estado en Paraná (Entre– rríos): lo cual provocó la rivalidad de Bue nos Aires, y la gran convención nacional que tuvo lugar en Santa Fe, y que <lió por feliz resultado la Constitución definitiva de 1~ República Argentina en el año 185 3. Al amparo de ella, y de algunas ligeras modificaciones posteriores vie– ne progresando este gran pueblo, que ha concluído tra– tados de paz con sus vecinos, en la5 principales contien– das de límites resucitadas en el último medio siglo. III. Constitución Política Con el propósito ya indicado de dar una idea de la fisonomía del pueblo argentino, formada por los antece– d~ntes históricos que acabamos de reseñar, veamos aho– ra, siquiera á la ligera, el espíritu fundamental de ]as le– yes que lo gobiernan é influyen decididamente. :_en su modo de ser. El Gobierno de la nación del Plata es, por derecho constitucional, republicano federa l. De hecho y de derecho han desaparecido los conatos de odioso cen tralismo que perseguían los más extremados unitarios; y hoy, cada provincia federada, unida á la capital fede-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz