BCCCAP000000000000000000000204

4-16 JIIISIONES DE LOS PP. C PUCHINOS sucedió á Ceballos don J Lian José de Vertiz, y á este otro insigne vasco, don Nicolás de Arredondo. La alianza de España y Francia contra Inglaterra, que nos trajo el desastre de Trafalgar, dió motivo ó p:-etex– to á la Gran Bretaña en 1 808 para intentar apoderarse de Buenos Aires; intentona rechazada valientemente por el- bizarro mariscal don Santiago Liniers, francés al ser– vicio de España. Mas, esta sonada victoria en la que tuvo parte muy principal el general porteño Puyrredón fué corno una revelación tentadora para el pueblo argen tino, que le hizo comprender sus propias energías; y es– tando España á la sazón tan postrada, sin escuadra ni rey, pues Fernando VII había sido destronado por Na– poleón, m.da más natural que la crisis revolucionaria pro– ducida por el patriotismo de los criollos, al prim :r grito de independencia . El partido que incubaba la revolución, estaba capita– neado por don Mariano Moreno , el cual puso al último virrey don Baltasar Hidalgo Cisneros en la precisiÓ'n de renunciar su autoridad en manos de la Junta de go– bierno nombrada en Cabildo abierto y popular. Era el día 25 de Mayo de 1810; y aunque la Junta patriota tomó en un principio la representación del destronado monarca español, pudo mu y pronto presentarse á cara descubierta tal cual era , y hacer frente al mariscal Li– niers, que repe tidas veces intentó sostener ·con sus leales la soberanía de España , hasta que , por su valor y fideli– dad, fué fusilado por los patriotas . . Triunfante ya la revolución, sucedió lo que en todas las naciones jóvenes que conquistan su soberanía por las armas: cuando cesa el ardor del entusiasmo popular, y no se considera ya necesario el esfuerzo unido de todos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz