BCCCAP000000000000000000000204

EN CHILE ]903-1911 433 sincrasia del hombre del pueblo , que vive por lo co– mún en un medio ambiente física y moralmente infesta– do, y que además es enemigo del ahorro por su natural fatalismo en la apreciación de los sucesos de la vida, tanto prósperos como adversos , lo rutinario de los ejer– cicios, y su reincidencia, no arguye falta de sinceridad en sus propósitos; y que, aun contando con su debilidad en refrenar !as pasiones, se consigue mucho manteniéndolo junto al sacerdote, aficionado á la palabra de D ios y adic - to á los SS. Sacramentos, que le hacen refl exionar sobre su estado y lo acostumbran á probar sus energías morales en la co.ntienda con aviesas pasio:1e5. Se ilustra a.demás sú conciencia, y es más difícil qu ~ las sociedades laicas de resistencia y recreación lo conquisten y arrastren tras sí; y si se considerau además las circunstancias exte– riores en que se le coloca durante los diez días de retiro, el aislamiento del mundo, y el aparato sagrado con que se rodea su persona, se comprenderán fácilmente las reacciones saludables que se operan en almas sencillas con la ayuda sobrenatural que Dios jamás niega á la sincera oración y deseo de enmendarse. Ellos mismos miden su lzonradez ulterior por el tiempo que les duran los ss. ejercicios. Presentóse en cierta ocasión una mu - jercita trayendo su marido al P. Salvador de Tudela, que dirigía los ejercicios en la casa de Talca ; y al entre– garle, en manos del Padre, le dijo así: «ré telo harto, Pai– rfci/(J, porque es muy picarón: el año pasado denb-ó á los ejercicios y no le duraron más que quince días ». A lo que el marido ofendido respondió : > ¿qué andais min– tiendo .. . trapalona y quitándome días?.. . mire Pat"re, no le crea, porque agttanté diecisiete días »: prueba evii:len te H. MISIONES 28

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz