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418 lllltHONES DE LOS PP. C.A.PUCH INO:'l cial nuevamer:te elegido á tomar personalmente bajo su dirección las Misiones Je ultramar, y nombrado al efec– to Custodio de Chile y Argentina, embarcóse para su destino con o tros tres Padres y cuatro Hermanos legos, en el mes de Septiembre del mismo año. No estará demás re cordar aq uí la tremenda catást rofe , que afligió á Chile el día 1 6 de Agosto de aquel mismo año ; aludimos al terremoto que asoló la populosa y co– mercial ciudad de Valparaíso, y causó daños incalcula– bles en casi toda la zona media del país, sobre todo t:n Santiago. Este suceso, al parecer ajeno á nuestra histo – ria, se relaciona no ob~tante con ella por las consecuen– cias desastrosas que produjo en la situación económica de la República. Nuestro convento de Santiago no sufrió con el terremoto sino pequeñas averías, y el desmoron a– miento del frotispicio de la iglesia; pero desde entonces se hace doblemente difícil la vida, cuyos artículos de primera necesidad encarecieron de un modo asombro– so, y al mismo tiempo, los grandes desembolsos que la reconstrucción de lo arruinado exigió del Gobierno, hicieron bajar el crédito de su papel- moneda, red u– cido hoy á poco más de la mitad del valor que ten ía en 1906. Circunstancia muy desfavorable para el desen– volvimiento de una Orden Religiosa mendicante, como es la de los Capuchinos, quienes deben vivir y viven de ral. Concluí<lo el noviciado, comienzan sus fstndios filosóficos, que dman cuatro años, después de los cuales cursan Teología por otros cuatro, y concluyen su carrera sacerdotal con dos años ele Derecho canónico y T. Pastoral. Para es tos estudios mantiene la Provincia de Navarra sus colegios en los conventos de Pamplo– na y li'nenterrabia, bajo la dirección de hábiles lectores, la mayor parte graduados en las respectivas F acnl tades, en las univer,ida– des católicas ele Lovaina, Fribnrgo (Suiza) y Roma.