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406 MISIONES DE LOS l'P , CAPUCHINOS Para ejercitarlo con fruto cuentan todavía con esa fe sencilla y encantadora, (cuando no degenera en supersti• ciosa) que el pueblo chileno posee como fondo de su carácter nacional. En prueba de lo cual vean nuestros lectores el relato de una original fiesta religiosa que anualmente celebran los habitantes de Constitución. Lo tomamos de unas notas del año 1902, archivadas en Santiago ( r ). Como todos los pescadores, los de este puerto, hon – ran á San Pedro como á Patrono, dedicándole grandes fie stas el día 2 9 de Junio. En este día, pues, cuando apenas el P. Lucio de Obanos había terminado de levan– tar la iglesia del con\'ento, fué invitado por el señor cura• párroco don Enrique Hering, á la solemn e romería de barcas en honor del Apóstol Pescador, que se o rgani za así: la imagen del Santo, es embarcada en una lancha linda– mente engalanada; delante de ella se colocan en una sola fila, cien ó más barquitas pescadoras muy adornadas y re– pletas de gente, que van á hacer buenas amistades con «m/ I'adrc Sall Pedro », como ellos dicen; en ei momento en que el sacerdote con sus ayudantes suben á la barca de San Pedro, el mayordomo de la fiesta clá la señal convenida, y todas las barcas se ponen en movimiento, bogando á com– pás de cánticos sagrados populares en dirección circular, rodeando una graciosa isla, formada por el río frente á la población; pero al mismo tiempo, la marcha va descri – biendo cLir,·as en muchas direcciones, porque, el~ otro modo, lo.s sencillos pescadores creen que si nó se recoge pesca en ciertos parajes del río en aquel año, es porque no pasó por allí nuestro Padre Sa1t Pedro, y culpan amar- (1) Archirn de Santiago. Leg. IX. N.o 63.

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