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o/'38 MHil0!O,8 DE 1,(18 l'P. CaP UC Hl!\' O S fervorosos en el cumplimiento de las obras cultuales de su secta. Pero coincidiendo los errores religiosos de todos los matices en calumniar á la única verdadera Religión, es ló– gico que nuestros misioneros , ministros de ella, sufran la resistenr.ia de las preocupaciones esparcidas contra ellos; y que por lo mismo su mision sea hoy, más que hace se– senta años , doblemente enojosa, por tener que habérse– las con heterodoxos, malos católicos é infieles; estos úl– timos son los que menos dificultades ofrecen, de suyo , para aceptar la palabra y la misión del sacerdote cató– lico. Con todo, auguramos un brillante porvenir á la Pre– fectura Apostólica, por la intensidad del trabajo á que se dedican nuestros laboriosos hermanos. Para que pueda apreciarse el fruto conseguido has– ta el presente, nos parece muy oportuno poner aquí los cuadros estadísticos, formados con los datos más completos que hemos podido obtener, de los trabajos apostólicos llevados á cabo por los misioneros capuchi– n os italianos y alemanes, desde I 849 á I 9 ro . El primer cuadro está tomado á la letra del que puso a1 fin de las 11femort'as inéditas el antiguo misionero y des– pués secretario gener:il dt las Misiones de la Orden , M. R. P. Antonino de Resch io, y que comprende desde I 849 hasta I 889 , cuando los Superiores Generales determina– ron , á una con la Sagrada Congregación de Propagand,i F ide, entregar la Prefectura á la Provincia de España. El segundo lo hemos formado coti las cifras de las r elaciones anuales mandadas al Rmo. Definitorio Gene– ra l y al Ministerio del Culto en Chile, por los MM. RR. PP. Prefectos Alejo de Barleta y Burcardo de Roetin– _ge n, desde r 896 á r 9 I o.