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EN LA .A.RA.UCANÍA 188D -HH0 3~, Muy lamentable es que el benemé rito m1s10nero, que nos da estas noticias, haya de concluir haciendo vo– tos porque los civilizados que viven entre los i:1dios for– men un ambiente más puro, en conformidad con las creencias que profesan y la cultura de que se precian, para que los naturales se eduquen insensiblemente y re– ciban mejor las enseñanzas de los misioneros capuchi– nos, muchas yeces inutilizadas por el mal ejemplo ele los que se llaman cristianos. Y. Sesenta y clos años tle apostolado De cuanto en este ca 1 Jítulo llevamos dicho podrá sm eluda colegir el lector la intensa labor que á la hora pre– sente impone á nuestros misioneros la evangelización ele la Araucanía. Mas antes ele pasará otro asunto queremos aún hacer constar dos cosas; primera: una dificultad del momento, que los Capuchinos habrán ele tener en cuenta para el éxi to ele su apostolado; y segunda: los frutos de éste en sesenta y dos años que lleva la Orden consagra– dos á esta Misión de infieles. Primeramente hay que saber la propaganda protestan– te que en estos últimos diez años se ha emprendido, con empeño digno de mejor causa,· por los enviados de las iglesias metodista y evangélica, más animados ele espíri– tu de proselitismo qué las sectas luteranas, que también viven precariamente en estas regiones , por más que sus naturales adeptos, los alemanes , no se muestren muy Pronto la fama de sus curaciones, casi prodigiosas, trascendió fuera de la Araucania; y en estos últimos ocho años la Misión de Río Bueno, a donde fué trasladado, ha sido el punto de cita de los enfermos desahuciados por cel11bridades médicas nacionales y extranjeras.