BCCCAP000000000000000000000204

376 l\IlSION l•iS DE LOS PP. Cál'UCHrnos grado, pasando la cordillera de los Andes en busca de un pedazo de ti erra donde poder vivir, siquiera precariamen· te, tra béljándolar Así se lo comunicaron de parte del caci– que emigrado los pocos indios que allí quedaron; de modo que el buen Padre volvió desconsolado y lamentando la próxima despoblación de aquellos hermosos campos, cu· yos habitantes estaban bien preparados para recibir al misionero, pero aun más, preocupados por el mi edo de que la ávt'ü~·ación los extermine. IV. Estudios filológicos y etnológicos Ante esta continua amenaza, los PP. Misioneros se esfuerzan, no solo por parar los golpes mortales, de que venimos hablando, sino que han levantado ya monumen• tos históricos y literarios que perpetúen la memoria de la heroica raza araucana, condenada á muerte inevitable. El que principalmente ha podido dedicarse á e'3tos tra • bajos literarios y científicos, sin abandonar sus tare;:1s apostólicas, es el R. P. Félix José de Augusta, llegado á las Misiones en 18 95. Luego que vió de cerca el pue– blo cuya evangelización Dios le había encomendado: emprendió el aprendizaje de la lengua castellana y el del idioma araucano.; y poco después traducía á éste la Historia Sagrada y el Catecismo de la doctrina cris– tiana; y con estos trabajos, como él mismo dice, preparó la formación de una Gramática araucana, sin arredrarse por la dificultad no pequeña, de ser él completamente extraño al genio de la lengua castellana, que forzosa– mente debía servirle en la redacción de su obra, ni tam– poco por los prodig ios de pa1:iente y prolija indagación

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz