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368 nUSION~~s DE LOS PP. C.A.PUCHI!<OS tificó al P. Prefecto Apostól ico que, en adelante, no podría contribuir con limosnas para el sostenimiento de las Mi– siones . No creemos qu e esta pequefía dificultad detenga la expansión de nuestros mision eros; aunque sea verdad que, si no se avan za como se p0dría y debería esperar, es casi siempre por escasez de recursos materiales, que forzosamente obliga á centuplicar el esfuerzo y valor del misionero, no siempre dispuesto al heroísmo que hemos admirado en varias ocasiones. Queremos todavía hacer mención de un ingenioso medio arbitrado por los Padres Capuchinos Bávaros, para ayudarse en la gloriosa empresa, que les está enco– mendada. Cuando el M. R. P. Burcardo hizo su primer viaje á Europa en r 905, con el principal objeto de alle– gar recursos materiales para las Misiones de la Arauca– nía, creyó conveniente editar en Baviera alguna R evis– ta, cuyas utilidades líquidas quedasrn en favor de la Frefectura. Compró, al efecto, la propiedad de un antiguo Ahnanaque, que se publicaba en Altoetting; y desde en– tonces, cada año se edita y reparte con profusión por todo el reino, comunicándole curiosas noticias, planos, y fotografías de tipos, parajes, costumbres , conversacio– nes y cánticos araucanos, con relaciones detalladas de los trabajos llevados á cabo cada aii. o. El pueblo católico de aquel país paga gus toso su din ero p,:¡r el Almanaque, que reporta una 11 0 des preciable entrada para la Misión, y con la cual saben los amigos de los Capuchinos, que cooperan á las campalias apostólicas <l e sus pctisanos en favor de las almas de los pobres infiel es . Organizaron, además, ~n la capital del reino una Sociedad de distin– guidas damas , que recolec tan por parte o tras limosnas, y confeccionan vestidos para niños de ambos sexos. Todo
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