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EN LA ARAUCANÍA 1889-1910 367 El Gobierno de Chile ateniéndose á lo pactado con la Orden Capuchina, cuando llamó á sus misioneros, (1848) continúa pagando los sueldos personales de $ 40 mensuales, según la nómina que cada año es presentada por la Prefectura Apostólica, cuyas cuotas se incluyen en el presupaesto del Culto. El mismo presupuesto con– tiene, además, todos los años cierta suma para fábrica de edificios misionales; actualmente son 6,000 pesos 2.nua– les. Por lo demás, es muy difícil conseguir subvenciones extraordinarias para levantar casas é iglesias. Cuando el P. Prefecto pidió la autorización necesaria para fundar las últimas Misiones, tuvo que comprometerse formal– mente ante el Ministro del ramo, á no pedir dinero para las construcciones; solo así pudo realizar sus evangélicos avances. Las limosnas de la Bula, con las que la Prefectura Apostólica atendía cinco Misiones entre 1:n_fie!es, según vimos en los últimos años del Gobierno del P. Alejo, siguieron concediéndose regularmente al P. Burcardo, hasta que, por decreto ( r) del día r. 0 de Marzo de 191 o, el Papa Pío X, felizmente reinante, suprimió el Indulto de Cruzada y el Sumario de indulgencias para toda la América Latina y Filipinas, sin abrogar por eso Jas gra– cias y exenciones que concedía su antecesor de santa memoria Pío IX, antes bien, fijándolas por concesiones decenales, sin gravamen alguno de limosna por parte de los fieles, á quienes, no obstante, aconseja sufragar los gastos de Misiones y obras pías con erogaciones espon– táneas, en cualquiera otra forma. Con este motivo la Curia Arzobispal de Santiago no- (1) Acta Sta. Secliis. Vol. _II. ann. 2.o N.o 55, pag. 213-217.

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