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EN LA ARAUCANÍA 1889-1910 365 no perdonan sacrificio alguno para ahorrar fondos · en favor de las iglesias misionales. Los alta,res, mesas y ar– marios de sacristía son obra suya, lo mismo que las puer– tas y ventanas de las c;:;.sas habitadas por los Padres. Alguna ayuda del Gobierno recibe la Prefectura, lo mismo que para el sostenimiento de sus escuelas misiona– les, aunque estas subvenciones son pequeñas, compara– dascon los gastos que suponen los internados de niños; v. gr. en Quilacahuín la Prefectura Apostólica sostiene un internado gratuito con 50 niños, y recibe del Gobierno $ 1,2ooanuales: y otro de niñJ.s con 73 alumnas, para cuyo sostenimiento recibe $ 2,ooo; y no obstante cada niño ó niña cuesta á la Misión por lo menos I oo pesos anuales. Gran parte de los gastos que exigen estos in– ternados gratuitos, cubre la Provincia de Bavi~ra, en la forma que ahora diremos. II. N11evas 1Uisiones.-Rec11rsos de In caridad cristiana Pero donde más se echa de ver el interés, con que, la P:-ovincia de Baviera y el P. Prefecto, toman el minis– terio á ellos encomendado, es en las expediciones de nuevos misioneros que periódicamente llegan á Chile, ·gracias á los cuales pueden fácilmente reponerse las faltas de los que se enferman, mueren y regresan á su país, y avanzar continuamente en la evangelización de los infie– les, fundando nueva e'>taciones misionales, sin abandonar las antiguas No ha sido más afortunado el P. Burcardo con los Prelados de Ancud que lo fueron sus predecesores en punto á poder entregar Misiones ya civilizadas y para cuya entrega la S. Congrega-:ión había dado ya el per– miso en I 889.

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