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F.;if LA ARAUCA;i!ÍA 1889-1910 355 cardo, el cual trató luego de traer á Chile un Instituto Religioso, que en su patria estaba produciendo los más brillantes resultados. Era el ele las Hermanas Maestras <le la Santa Cruz de Ménzingen. El origen de esta Congregc1ción se debe al R. P. Teo– dosio Florentini de la Orden de Menores Capuchinos, hombre de grandes iniciativas, quien, conociendo las ne– cesidades de su tiempo, se dedicó con celo y tesón insupe– rables á promover la cultura é instrucción de las niñas: para cuya empresa contó desde el principio con tres dis– tinguidas señoritas, que fueron el fundamento de la Con– gregación, el año r 844 en Rebonsille (Alsacia). Llamá– banse María Ana Huingartner de Badén, Ana María Kra– mer de \Venttingen, y Walburga Mader de Badén. El primer colegio que abrieron, después de haber he– cho sus votos religiosos, fué en Ménzingen (Suiza), á don de fueron llamadas por el Municipio en r 7 de Octubre .de 1844. No se equivocó el P. Teodosio cuando cifró el éxito de su empresa en la primera de las tres religiosas nom– bradas. María Ana, con el nombre de Sor Bernarda Huingartner, satisfizo cumplidamente las esperanzas de todos, y, gracias á su prodigiosa actividad, las Hermanas Maestras de la Santa Cruz fu eron luego conocidas por toda la Suiza y Baviera. En el año I 906 contaba la Congregación con rn3 7 hermanas profesas y 350 novicias, que abarcan no solo la enseñanza de las jóvenes, sino obras de beneficencia y preservación social, principalmente en favor de las jó– venes obreras de las grandes fábricas. Pero sobre todo en el punto esencial de su Instituto, que es la instrucción y educación de niñas, están á la al-