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EN LA ARAUCANÍA 188~)-1910 343 de misioneros para Oriente en Filipópolis, y destinado á la .--\raucanía en 189 7. Durante tres años completos se había dedicado intensamente á la conversión de los indios infieles, se hallaba por lo mismo en condiciones inmejo– rables para promover el progreso de un apostolado sos– ten;do por los Padres italianos durante 5 2 años. Fué, pues, nombrado á raíz de la renuncia del P. Ale– jo, Superior Regular de l0s religiosos ocupados en las Misiones y de los que residían en el convento de San– tiago, dándosele por consejeros á los RR. PP. Atanasia de Eglsee y Félix José de Augusta (Augsburgo). Los mismos Superiores propusiéronlo luego á la Sagrada Congregación como Prefecto; pero, cuando se trató de llevar á efecto el nombramiento, no pudo encontrarse en Roma el decreto de erección de la Prefectura; por lo cual la Sagrada Congregación mandó al P. Alejo que lo buscara en el archivo de las Misiones, donde tampoco p udo hallarse . A instancias de la misma Sagrada Con– g regación el P. Alejo envió á Roma una indicación de los antiguos límites de la supuesta Prefectura, y entre tan to el P. Burcardo recibió el título de Superior Eclesiás– tico con todas las facultades de Prefecto . La explicación de este ligero incidente no puede darse s ino teniendo en cuenta las circunstancias y la forma en que la Orden Capuchina fué llamada á las Misiones de la Araucanía. Recordarán nuestros lectores lo que minu– ciosamente notamos en el capítulo III de esta historia; cómo _!:1 Gobier,10 de Chile comisionó al señor don R. Luis Irarrázaval, Ministro Plenipotenciario ante la Santa Sede en 1847 para buscar una Orden de religiosos mi– sioneros, que ayudasen á los Menores Franciscanos en la conversión de los indios araucanos . El delegado en-