BCCCAP000000000000000000000204

330 "l!IISI.oNES DÉ LOS P ·P, C;&__PUCHlNOS En tales circunstancias los mejores, 1os más experi– mentados hubieron de ser puestos al frente de las fun– daciones de la península, que todos los días eran solici– tados por prelados y municipios. Aún acudió el Rmo. P. Joaquín á sostener con sus religiosos las gloriosas tra– diciones de los capuchinos españoles en el Ecuador, Co– lombia y Venezuela. Cuando surgió el conflicto entre España y Alemania ( r 88 5) en las Islas Carolinas, el Pa– dre Joaquín ofreció generoso su contingente de capuchi– nos para sostener el prestigio de la patria en aquellas lejanas colonias, y evangelizarlas á costa de penu– rias y sacrificios; y cuando la Araucanía pidió misione· ros á España por medio del P. Urbano de Casola, el P. Joaquín, que pudiera sin desdoro haberse excusado de acudir á la demanda, se comprometió no obstante, echan– do mano de un Definidor provincial para superior regu– lar ó Prefecto, (según sus planes) y del Guardián del convento más importante, que era el de Pamplona, para Vicario ó Vice-Prefecto de la Misión: tales fueron los M. Rdos. Padres Pedro de Usun y Baltasar de Lodares. ¿Cómo se atrevió á tanto? Tenía su mirada puesta en tiempos que veía llegar .. . y han llegado? Lo cierto es que el fecundo resurgimiento de la Orden Capuchina en Esp:1.ña daba alientos al P. Joaquín, y le hacía acome– ter empresas, por el momento casi irrealizables. En vista de este fecundo resurgimiento, el Rmo. Pa– dre Bernardo de Andermatt General de la Orden, que había visto formarse como de la nada la Provincia es– pañola, desde que, suprimido el Comisariato General ( r 88 5) exigido por las leyes civiles, quedó inmediata– mente sujeta á Roma, determinó hacer la visita canónica á España á fines de Octubre de r 889. Su labor fué tan

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz