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PrnÍODO DE TRANSICI ÓN 18¡l8- l&S9 313 cuanto supo el arribo de los Padres espafioles marchó á Concepción, desde donde escribía al P. Adeodato el 27 de Julio comunicándole la buena impresión que todos haLían recibido de los recién llegados. Las primeras Mi– si ones que proyectaba entregar eran las de Boroa, Bajo Imperial y Toltén como más cercanas á Concepción, pro– poniéndo·;e entregarlas él personalmente, en Octubre de aque l año ( r ). Pero al darse á conocer, por vez primera, en Concepción los capuchinos de España en una misi ón que celebraron corno preparación pa ra la Porciúncula, el éxito completo que consiguieron, los dis trajo del objeto principal de su v~nida, supuesto que el Vicario Capitular, S. V. sefior don Vicente Chaparro, quiso luego ocupar– lo~ en predicar mision es por los pueblos de la diócesis, rlo nde fueron recibidos con extraordinario entusiasmo. En esta tarea los encontramos duran te los meses de Octubre y Noviembre, en Parral, San Carlos , Talcahuano, Santa Juana, Los Angeles y Quilleco. Al mismo tiempo debieron satisfacer el compromiso adquirido con el señor Arzobispo de Santiago que había adelantado al P. Pro– vincial de Espafia $ 5,000, para gastos de viajes de los mi sioneros; y por esto, antes de acabar aquel afio, pre– d icaron seis misiones en la arquidiócesis; con lo cual se iba complicando su situación, conforme los pueblos iban conociéndolos y pidiendo su ministerio en nuevas mi– siones. El convento de Concepción recibió también nuevo pres– tigi o bajo la acertada dirección del M. Rvdo. P. Pedro de Usun, venerable reli gioso, digno continuador de los Pa– dres italianos en aquell a ciudad, y que, como ellos, ad<¡ui- (1) ,\.rchivo de Santiago Leg. VI N.o .J3 Cartas.