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PEkÍODO DE TRANSICIÓN 1882-1888 299 IY. Nuevo Prefecto En el momento de desaparecer de la escena el Padre Alberto de Cortona nos encontramos con una circular enfática, como todo lo suyo, del Rvdo . P . Alejo de Bar– letta, que, en calidad de Vice-Prefecto, anuncia la muerte del ex-Prefecto á todos los misioneros; ( 1) hacía esto en nombre del M. Rvdo. P . Urbano de Casola Bolonia) ele– g ido Prefecto Apostólico en el afio I 886 por unanimi– dad de votos de todos los misioneros, y á la sazón au– sen te en Espafia, por asuntos que forman el nudo de sus gestiones como Prefecto, en unas Misiones amenazadas de inminente peligro de muerte. Llegado á las Mision es de Chile el afio r 867 á los tri:inta y cinco afios de edad , con bríos y vocación decidida para el ministerio apostó– lico, fué destinado lueg o á Trumag, donde dejó huella inolvidable de su celo apostólico: fué trasladado después á Valdivia en donde residió casi siempre en calidad de Vice-Prefecto desde 1879: y en ese cargo, trabajando decididamente por todas las reducciones de indígenas, donde suplía las deficiencias de personal, le sorprendió el nombramiento de Prefecto. Cuando el P. Urbano sintió sobre sí la gran respon– sabilidad de su cargo, difícil como nunca por las circuns– tan:::ias que hemos visto, pensó únicamente en llevar adelante una obra tan bien comenzada . Visitó personal, men te á todos los misioneros en sus estaciones misiona – les , adquiriendo el amargo convencimiento de que urgía un remedio extremo al ago tamiento ele operarios, que traería la ruina de la Misión. (1) .A.rchirn de Santiago. L. V, K. o :1:í.