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EN CHII E Y A IWEN'l'IN ~ esta fecha como un acontecimiento sud-americano que enaltece en gran manera á las dos Repúblicas hermanas á cuyo impulso vigoroso y generosa iniciativa se debe el haber podido perforar la inmensa cordillera de los A.ndes y unir así en estrecho lazo los intereses de á1.nbos países, acercando más á Chile con el Océano Atlántico, hasta el presente solo accesible fácilmente por el Estre- cho '.\1agal1anes. Los·centros de la vida comercial y civil. que .son las grandes ciudades, se forman lentamente á me,dida que se desarrollan los intereses materiales y Jo,. negocios; dichas ciudades están .trazadas por el mismo pla110 con sus man– zanas ó cuadras. tiradas á cordel y su plaza annqs que es el centro de irradiación civil y comercial. En general decirse que fuera de Santiago, y algtinas otras ciu. Jades principales, apenas existen ciudades bien urbaniza– das con todos los adelantos y comodidades modernos; sin embargo los municipios trabajan e_n esta empresa de salu- .dad 1 dotando las poblaciones de agua., alcantarillado, luz y medios de locomoción; y á juzgar por los adelantos efec– t,1ados en los últimos afias .puede pronostiprse que Chile st:ra antes. de acabar su segundo siglo de independencia una de las naciones mejor urb¡rnizadas; aunque h.rbrá de traLJajarse .sin descanso para vencer la congénita apatía é Ím[JreYisión de que adolece la raza. r· lo Jemás el pueblo chileno es digno de entrar. en intimas comunicaciones con los más cultos. Sus hombres dirigentes sienten iniciativas lTlil veces inutilizadas por partidarismos políticos y doctrinarios; y el pueblo trabaja– dm- tiene reconocidas aptitudes para toda clase de indus– trias, artes y oficios. Aunque la mayor parte de las gran– des industrias son explotadas por ex:tranje;ros, se sirven H. J\IISIONES 2