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PERÍODO DE TIUNSICIÓN 1882-1888 295 nía, pero con desgarramientos dolorosos, para acrecen– tar sus merecimientos. El de Quillota había sido fundado en I 8 5 6, en un terreno clonado á la Orden por la familia Dueñas, de Santiago; estuvo siempre habitado por dos Padres y un Hermano, sirviendo como centro para las misiones del :'\arte de la capital hacia la costa, y como lugar muy sa– ludable donde los enfermos, los convalecientes y, en ge– neral, los Padres de la Comunidad de Santiago, pasaban algunos días de descanso. Cuando, al ausentarse de Chile el P. Jeremías de Pa– glieta, quedó como Vice-Prefecto el P. Alberto, la pe– queña comunidad de Quillota estaba regentada por el P. Claudia de Génova, el cual, inconsideradamente, al parecer, tenía amistad con un señor Valentín Grudzniski, p resb ítero , á quien admitió algunas veces á pasar unos meses hospedado en el convento. En los días próximos á la Semana San ta del año r 87 2 el señor Grudzniski se fu é á Quillota contra la volunt:id del P. Supe;:-ior de Santiago, quien no quiso autorizarle para hospedarse en la residencia de S. Pedro, á pesar de lo cual, fué admitido en ella. ¿Qué razones tendría el P. Superior para obrar así? Pueden deducirse del hecho de que, apenas dicho señor llegó allí, comenzaron á llo– ver, en el convento ele Santiago y en algunas casas res– petables, anónimos groseros, calumniosos é insultantes con tra los capuchinos, y particularmente contra el Padre Claudia; razón por la cual fu é éste retirado de la resi– dencia el día 29 de Marzo de aquel año, que era Viernes Santo. l\Iuy lejos estaban los Padres ele pensar que, en aquel solemne día, una mano criminal proyectaba un atentado