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294 JIIISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS guno pueden considerarse como motín callejero de gente inconsciente, azuzada por mano oculta ( r ). El R. P. Ramón de Lérida, que tan dignamente había soportado aquella contrariedad ante una sociedad que le rendía veneración sincera, fué destinado, poco después , como capellán del Hospital de Valparaíso, (2) á petición del señor Vicario General del Arzobispado: durante ocho años ejercitó con los enfermos la caridad más exquisita, haciendo de aquel cargo su último apostolado, que coro– nó una carrera de cuarenta y siete de vida religiosa y aus– tera, aún en medio del aislamiento en que vivió, siempre bajo la obediencia de los superiores. Murió en Valp:1- raíso el año r 886 á los setenta años de edad . En circunstancias aún más odiosas, si cabe, fué cerra– do el convento-residencia de San Pedro de Quillota en el año 1872. Parece que la divina Providencia quería des– ligar al venerable P. Alberto de aquellos pequefios hos– picios que mermaban el escaso personal de que dispo- (1) La "Revista Católica" en su núm. 208, correspondiente al 1. 0 de J ulio de 1911, al dar cuenta dela publicación ele la Vid a del señor Üri"ego que nosotros citamos, di ce en la pág. 87!.J " .. . duro e,-: d ecirlo: ci~rta nube como de fatalismo; cierta "fuerza clel sino" - en cuanto lo sufre el lenguaje cristiano- acomp3ña y perturba muchos de sus actos (los del Iltmo. señor Orrego): de tal suerte que, lo que podía haber siclo gl oria y triunfo, se co1wierte, muchas Yeces en tribulación y ad versiclacl .. " Ki el erudito biógrafo, ni la Revista entran en investigaciones sobre el poi· qué de est:,futalidacl. Xosotros tenemos en nuestro caso lahi -toria del I11j(}l'llte de J:-;.jJ, que Fe completa con el decreto de 187:2. (2) Es muy po::ible que el H ospicio de \ralparaíso ó Viiia del ~Iar á que se refiere el documento del Leg. I, X. o 1:1 que citamo" en el cap. V, sea nada más que esta Capellanía atendida por los PP. Capuchinos. Des pués de la muerte del J>. Ramún no en– contramos noticia alguna de tal H ospi cio.