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Jrn LA ARAUCANIA 1859--1865 245 reciente Misi ó n á medi:1. jornada entre Valdivia y San José de la Mariquina: mas los sucesos de la guerra de la Independencia y los furores contra España arruinaron la l\'Iisión, por odio á los misioneros fieles á la madre pa– tria; las llamas se cuidaron de borrar del suelo casi to– dos los edificios, principalmente los misionales, y los cristianos que allí qued aron estaban desde entonces bajo los cuidados del misionero de San José. Pero era ins uficiente á todas luces el servicio que dicho misionero podía pre_star á casi 2,000 almas diseminadas en la región de J_famlme, y por esto, f'i incansable Pa– dre Adeodato. conseg:..: ido el permiso para levantar una nue,·a Misión, luego trató de ello con los naturales, de quienes recabó á fuerza de paciencia, prudencia y rega– los, el terreno de la antigua l\1isión, concedido ya por el Supremo Gobierno ele Chile; luego con el subsidio de la Santa Cruzada levantó una nueva igl esia, unas pobres habitaciones para el misionero, y una escuelita que en el año de r 864 se encargó de regentar á una con la mi– sión el _Rvd o . Padre Gaudencio de Nirasca, el cual, en po– cos años vió duplicarse la población cristiana y florecer su escuela de ,,napuc!tz'tos. ( r) Otro de los notables adelantos que en es te tiempo encontramos fué la transformación casi prodigiosa de la antigua Misión de Pilmaichen, iniciada por los Menores Observan tes en r 843, fué entregada á los misioneros capuchinos en r S4S; pero, según deposición de un tes– tigo de vista, no había en ella un solo cristiano ni forma alguna de población, pues era un lugar habitado total– mente por salvajes, refractarios á toda civilización y muy (1) L'..\raucaní:l. Cap. IX, pág. 15-±.