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EN LA ARAI:CANÍA. 1859-1865 225 Por indicación del Emmo. Cardenal Prefecto de la Pro– paganda Fide, el señor Valdivieso redactó una detallada exposición de los hechos; hizo otn 1 tanto el lltmo. señor Salas , y ambos encomendaron al Presbítero don Rai– mundo Cisternas, el encargo de llevarlos á Roma. Las pie-las justificativas de los Prelados, desbarataron los planes del P. Lonigo, al decir del docto historiador de la " \Tida del señor Valdivieso » (1 ) el cual añade lo siguien– t e : « descubierta la intriga, y perdida toda esperanza de la delegaci ón apostólica, el señor Presbítero Chiasi salió precipitadamente de Roma, y el P. Angel, que también foé á esa ciudad, á sostener sus pretensiones, fué de– puesto de su Prefectura . " :\' o sabemos con qué fundamento pudo asegurar la <. Revista Católica », de donde copió la noticia el citado historiador, que el M. Rvdo. P. Angel fué á Roma, do!1de •· se le impuso la deposición de su cargo. Por el texto de las letras obedienciales de la Sagra– da Congregación que declaran al Prefecto exonerado de su misión, y le mandan regresar á su Provincia reli– giosa, parece deducirse que el Padre no se movió de Chile en esta ocasión; que en Chile recibió su obedien– cia. y que ésta no puede fácilmente interpretarse como una deposición, en el sentido odioso de la palabra, sino más bien como una provisión de gobierno donde se hacen constar los trabajos del interesado, al mismo tiempo que se le dá sucesor. Vamos á traducir aquí la parte dispositiva del docu- (1) \!ergara .'ult únez. \Tida tlel seüor Valcfü·ieso. T. I, cap. XII, pág :;cm. H. iVIISIONES 15