BCCCAP000000000000000000000204

212 MISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS el camino hasta Toltén acompañado del P. Pedro de Reggio. Hizo llamar de nuevo los caciques, quienes ate– morizados ante el lujo de fuerza con que venía escudado, consintieron sin tardanza en la Misión: pero cuando las naves chilenas se hicieron á la mar, creyéndose todo ase– gurado, y quedaron solo los misioneros, el P. Preft:cto vió con dolor á los caciques rechazar sus pretensiones y oponerse resueltamente á la Misión. Frustróse, pues, de nuevo el intento, y poco faltó para que aquella segunda tentativa no trajera la ruina total de la floreciente Misión de Imperial; pues las tribus sal– vajes de ella, celosas de su independencia araucana, y viendo á los misioneros amparados por las armas chile– nas, invasoras de sus tierras , se reunieron en asamblea general, tomando inmediatamente el extremo acuerdo de asesinar á los Padres misioneros, incendiar la Misión y degollar á todo espaílol que habitara en aquella regi ón: resoluci ón bárbara, que sin duda hubieran ejecutado, sin la oportuna y enérgica intervención del gran cacique Joachipágn, infiel sí, pero muy amigo del P. Prefec to , desde ,que por vez primera anduvo por aquellas ti erras en I 849. Fué verdaderamente providencial esta amistad; pues, movido de ella, Joachipágn encaróse con todos los caci– ques, y con natural elocuencia les expuso las razones más prudentes, les anunció los castigos inevitables que ame– nazabéln á toda la Araucanía, si cometían aquella salva– jada, y consiguió que cejaran en sus crueles propósitos, comprometiéndose á irá Valdivia, avistarse personalmen– te con ~1 Gobernador chileno y saber las razones que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz