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EN LA. A•~A UCANÍA. 1854-1859 209 á los ojos de todos es vituperable y de gran desho– nor. • ( 1) En estas alternativas de buena y mala ventura gober– nó el Rvdo. P . Constancia de Trisobio aquella primera misión, fundada por el P. Prefecto, durante 35 años en los cuales llegó á realizar verdaderos actos heroicos, como en el gran incendio que la desvastó el año r 869, y más tarde en la insurrección general de los araucanos -de que hablaremos más adelante. Baste decir que cuando el heroico misionero se hizo cargo de aquella región en r 849 no había un solo cris– tiano, y á la fecha que vamos relatando ( I 8 56) había ad– ministrado ya el Bautismo á 306 niños, sin; contar los bautizados en artículo de muerte y á 207 adultos; y sos– tenía su escuela, de la cual ne, se sacaba todo el fruto ·que demandaban los durísimos sacrificios que costaba á los Padres, porque, faltos ·de medios materiales para se guir vigilando á los jóvenes .que salían de su tutela , des– ·µués de cinco ó seis años de educación, éstos se perdían de nuevo con el contacto de su8 familias y vecinos infie– les; advirtiendo no obstante que casi todos los cristia– nos, al sentirse gravemente enfermos, se acordaban de llamar á sus Padres misioneros; sobre todo al P. Cons– tancia, á quien todas las tribus de Imperial llamaban "Ciao J/Iapunc!te » Padre de los araucanos; y en toda la Araucanía gozJ.ba de los privilegios de gran cacique, aún entre los infieles. ( 2) (1) Memorie inedite, cap. III, art. 5. 0 , págs. 82-87- (:2) Memorie inedite, cap. V, art. 2.o, póg. 114. H. MISIONES 14

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