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194 lllISIONF.S DE LOS PP . CAPUCHI NOS escuela á los Rvdos . Padres Constancio d~ Trisobio y Tadeo de Pfatter, quienes continuaron la obra con ver– dadero entusiasmo, no omitiendo sacrificio alguno para reducir á la Fe y á la vida civilizada á aquellos sah·aj es. Estas fatigas continuas debilitaron tanto la salud del P. Tadeo, que fué necesario atenderla con otros remedios más eficaces que los que podía proporcionarse en aque– lla región tan aislada; y con este objeto se le trasladó á la misión de San José, la más próxima y en la que traba– jaba el P. Adeodato de Bolonia. Este atendió con fraternal cariño á su querido enfer– mo ; y es uno de los misioneros más abnegados que han pisado tierra araucana; por esto en el momento en que el P. Tadeo mejoró un tanto se fué al Imperial para ayu– dar en sus faenas al P. Constancia . . A esta circunstancia debemos una relación muy inte– resante escrita por el P. Adeodato donde manifiesta su autorizado criterio sobre cuanto se hacía en aquella di fí – cil Misión . Vean nuestros lectores las palabras de este misione ro traducidas en parte de la Memoria por él escrita. ( r) « Dos días después de haber llegado á la Misión del Imperial anunci é una reunión pública de varios caciques para nctificarles que yo había venido á ejercitarme en el cargo de preceptor de sus hij l)S en vez del Rvdo. P. T a– deo ; y en consecuencia, al tercer día, se reunieron cerca de quinientos hombres delante de la Casa Misión. "Terminados los fastidiosos saludos de estilo les ex – puse claramente el fin de mi venida y les exhorté á que mandasen sus hijos á la escuela para instruirles. (1) La .\rancatú1, ~frmori e in éllite, cap . III, art. 2. o, pags. 73-íií.