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}i,I) lllISI<>Nt,;~ l)¡;; LOR PP. CAPUl 'HI.\OS mente, dejando por todas partes hombres bautizados y nada mas~ "Preciso es dar pábulo á la Fe naciente y á los prin– cipios religiosos plantados en el lugar de la superstición y de los errores más arraigados. , Preciso es imbuír á los catequi zados en los principios de la sana moral. que ha venido á subrogar á las pasio– nes y á los vicios inveteradcs de una raza abyecta; pre– ciso es por último sostener un culto externo que sin·a como <le miel en que se pegan los mal acostumbrados á los del eites de las pasiones más brutales; y nada de esto ciertamente podría conseguirse sin la asociación y si n las prác ti ca s consta ntes de una misión estable, que a m· p2.ra y con forta en la fe á los infi eles conve rtidos, y si n lo cual volverían á ser nada más que una horda de sal– vajes, más difícil de volverse á convertir que antes . » E l informante, conviene como yo, que es nece saria la magnificenc ia de un culto exterior que excite la curiosi– dad dP. los indios y ~cómo pod ría \'erillcarc;e esta idea si las l\.'lisiones fuesen ambulantes como él lo p retende?» ( 1 1 (1) Ar.:-hirn ,le la Prc!'cctur.i. Valdivi:1. Opú~culo -Conte.- t:1- ción . Sa ntiag,,, _\ gn:::to 1,-;,í,'í. Impren ta ele la S ic ie1l ;rl E rnngt'.·li c:1. Es muy ele u"br qne á la di ,;tanci:i ele má:3 dc ,-;O años, el l'. Angel de Lnnigo coinci11n tan exactamente con el elevado y p"r lodo~ conreptri:- :rntorizaclo criterio sobre el mdodo de rni:,ione., íld Il trnn. :c:ciior Dr. Fr. ,\ngd E é'piiiei ra. O , F . M. O. Obispo el,· Concepción. E~t e virtno:'isimo Prelado y experimentado misione– ro ,;e a poyaba en el Ilre,·e e Postremo me ase ,de Benedicto XIV en :! ele Fe brero de 17,!í, para reprobar el sistema de ir bautizando por lo,; cam po;;: ú los n iúos cuya ulterior instrucción religiosa na cl:1 garanti za. Por esta causa los PP. Franciscanos insistieron siempre en l\fo,iones fijas, para a:=:egurar la F e de los neófitos no pagá11 - 11ose clem:tsiado del número de bautizados. Véase P. Lagos «His– toria 11e laé' misiones del Colegio de Chillám, Cap. VIII. 3. p. 104·