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186 lIISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS cercana al lugar de las Misiones, y más interesada en la buena administración de las limosnas que por su medio se concedían á los misioneros. Conocemos ya á nuestro celoso y activo P. Angel Vi– gilia de Lonigo: no nos extrañará pues verlo indignado por los recelos de la Sociedad Evangélica , y herido en lo mé"ts delicado de su fervoroso corazón por las desfa va– rabies apreciaciones de la información dé.! señor Orrego. Efecti vamente : el año 1854 publicóse dicho informe en la « Revista Católica de Santiago », y además en fo– lleto aparte; publicidad cohonestada con el propósito de que !os bienhechores de dicha Sociedad es tu vieran a! corriente del empleo q ue se daban á sus limosnas y de los frutos espirituales recogidos entre los indígenas. Pero la divulgación de los conceptos desfavorables á la Or– den Capuch ina, que en el informe se contenían, irritó aún más el ánimo del P. Prefec to y de sus amigos. Escribi ó pues su defe nsa y la ele sus religiosos, en dos a rtículos que publicó tambi én la « Revis ta Ca tólica » en los números 3 77 y 3 78; y además recopiló toda su de – fen sa en un opusculito que se repar ti ó con profusión . Rechaza gallardamente los cargos que se le hacen : replica al señor Orrego clernostránclole que su informe manifiesta marcada p referencia por los Jesuítas, por más que él intentó disimularlo ; y se detiene con particular empeño en defender el método ele mi sionar adoptado por sus misioneros, demostrando que no fué ex traño á los antiguos Padres de la Compañía evidentemente par– tidarios de la reducci ón ele los indios á la vicia de socie– dad, formando pueblos y misiones per,nanentes. En la imposibilidad de copiar aquí todo el bi en pen-