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156 1\IIBIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS su principio le sirvió de titular el nombre del Santo Pa– triarca; y en las mismas condiciones la recibieron los Ca– puchinos en 18 55, verificándose noventa y un años más tarde el intento primero de que los hijos de San Fran– cisco ocuparan aquel terreno y capilla designado á sus hermanos los Frailes Menores de la Observancia. El primer Superior de aquella fundación fué el Rvdo. P. Ignacio de Pog-gibónzi; y la Comunidad estuvo for– mada por los Rvdos. Padres Alberto de Cortona y José de Barberino, mas los hermanos legos, Serafin de San l\Iarcelo y Matías de Castel]; y tan bien correspondieron á su misión y á la confianza depositada en ellos por el Pre– lado, que llegaron á !é'er sus consejeros íntimos, particu– larmente el Rvdo. Padre Alberto de Cortona, y se con– quistaron un prestigio envidiable ante la sociedad por sus servicios y desinteresado celo; prestigio que ha ven– cido el tiempo y las vicisitudes de las cosas humanas, hasta el punto de ser aún hoy el hábito capuchino y los Padres de San José (como se nos llama eo Concepción) algo tradicional y como vinculado en los afectos de las familias patricias. Pronto hubo necesidad de mejorar las condiciones de la Iglesia y claustro, lo cual hizo con ayuda de limosnas el Rvdo. P. Ignacio de Poggibónzi , dedicando canónica– mente al Patriarca San José la capilla en cuyo ábside le– Yantó una sólida torre el año I S65. El curioso cronista ( 1) que publicó los datos transci-i– tos, hace notar una particularidad digna, á su juicio, de especial .mención: « que la campana grande colocada en (1) ECseii.or don Miguel Angel Prieto erudito letrado, y apasio– nado por cuanto se refiere :\ su hermosa ciudad de Concepción.