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144 MISIONES DE r.os PP. CAPUCHINOS VI. El Noviciado A pesar de las investigaciones que hemos hecho para formarnos idea cabal del éxito que tuvo el noviciado, inaugurado en el convento de Santiago según las ins– trucciones de la Sagrada Cocgregación, no hemos podi– do poner en claro tan importante asunto . La absoluta carencia de documentos y el silencio profundo que rodea el hecho nos permiten dar la razón al Rdo. Padre Ilumi– nato de Génova, benemérito misionero llegado á Chile en la segunda expedición el año 1 S 5 r, y consagrado á la evangelización de los araucanos por más de 35 años. Hoy en su extrema ancianidad, en plena lucidez y vigor de su naturaleza privileg-iada, consultado por nosotros sobre el punto que nos ocupa, apenas conserva más re– cuerdo que el del fracaso total del noviciado. Según sus vagas indicaciones , fué abierto el noviciado al pri ncipio del gobierno del P. Lonigo, y nombrado maestro de novi cios un P. Pedro. Se recibieron hasta 1 2 ó 16 jóvenes chilenos , los cuales dieron tan mala prueba de \'Ocación á la austera vida capuchina que, sin comple – tar un año de prueba, fueron despedidos sucesivamente. El mismo silencio de los contemporáneos ó próximos á los acontecimientos está probando claramente el fra– caso: pues además de que no se conoce ningún religioso capuchino chileno, no es creíble que el P. Prefecto hubie– ra ocultado el resultado de su empresa si hubiera sido medianamente satisfactorio, siendo como era su ideal, y base de su acariciado proyecto de ProYincia regular in– dependiente. La triste realidad de los hechos debieron llevar á su