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136 MISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS acomodadas á su estado y del todo independientes, donde: estuviesen haciendo vida conventual hasta que se edifir cara parte del convento. ( 1) Graves disgustos hubo de soportar el M. Rdo. P. An– gel de Lonigo, por la desfavorable impresión que en Ja autoridad eclesiástica produjo aquella prematura aglo– meración de religiosos, que deberían vivir expuestos á, las mil eventualidades por que atraviesa el entusiasmo popular y los primeros arranques de generosidad de los. seglares. Muchos de los mismos relig iosos manifestaron su con– trariedad por aquella imprevisión; y algunos, los me1, os. fen-orosos quizá, pidieron y obtuvieron su inmediato re– greso á sus Provincias . ( 2) Mas los que soportaron aquella situación anómala por espacio de tres afias, no estuvieron ociosos, sino que desde luego se dedicaron con evangélico celo á trabajar por las almas en los campos y parroquias y en la predi– cación de ejercicios espirituales á religiosas . (1) Las tradicion es de la familia Larrain en fiyor de lo~ Padreé– Capuchinos están hoy sostenidas por el hi jo de don Yicente La– rrafn Espinosa, don jJrnro Larraín Portales, quien, á la llegada de los Padres, tenía 1:2 años, eclacl suficiente para podernos :-ervir ,1e– testigo ele aquellos ,lías y aún más, de la continuada protección y amistad que siempre reinó entre su familia y el c01wento. (2) «Questo succede ordinariamente nelle agglomerazione ó re– clutamenti che si sogliono fare in certe occasioni á fretto é furia ;. e cuando per ahracione molto in uno momento, sí perde anche- . molto per molto tempo... » Apuntes citado,-: Arcbiyo de Santiago-. L eg. I. N.o l.o, pág. 13.