BCCCAP000000000000000000000204

FUNDACIÓN DE CONVENTOS 1851-1859 J 33 tumbres, y notando que San Francisco de Asís con su Orden foé la antítesis providencial que desde el si– glo XIII viene prot.~stando contra la sensualidad y el ma– teriali!!mo reinantes, concluye así: «por esto consideramos como un acontecimiento feliz la empresa del Rvdo. Pa– dre Angel Vigilia de Lonigo que di\·isamos ya corona– da de un feli z suceso. »Este religioso vino en calidad de Prefecto de Misiones al frente de los doce misioneros Capuchinos que en I 848 solicitó el Gobierno para servir las Misiones de la ¡-\raucanía. , l\!Iuchos reputaron como desacier to encomendar las Misiones á una Orden que carecía de ca13as en la Repú– blica y cuyos novic ia :los y Prelados se hallaban á cuatro mil leguas de nosotros; pero la divina Providencia pre– paraba otra cosa por medio de este aparente error; que– ría que fuéramos edificados con la santa vida y austeri– dad de tan observantes religiosos; que cuando se trata de la reforma de Regul ares ( I ) tuvieran, los que se con- (1) Fno de los as untos que el envifülo ante la Sta. Sede, don Ramón L . Irarrázaval, logró concluír en los ::izarosos clí::i,:, que tan ama rgo y tmbaclo hicieron el Pontificado de Pio IX, fué con13cgnir que se pusiera mano á la Reforma de los Regulares, solicitada por los mejores de ellos y por todos los buenos católicos. A este fin , la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares, con fecha del 20 de J unio de l.S50 expidió un decreto por el cual se autorizaba al Iltmo. señor Valdivieso, Arzobis po de Santiago, para que, en calidad de Visitador Extraordinario y delegado .\.postólico, emprendiera tan delicado negocio. Se le concedieron :unplísimas facultades que pueden verse en el Boletín Eclesióstico. T. I, pág. 376. Mientras la autorización y delegación pontificia sufría irracio– nal demora del e,::eqn atur del Gobierno, el Papa Pio IX dirigió una

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz