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116 JIIISIONES DE LOS PP. CAPUCHINOS Dióse la batalla durante siete horas con increíble en– carnizamiento por ambas partes, costando la victoria del general Bulnes la vida de 2,000 combatientes, con más de 1,500 heridos. A tan caro precio pudo comenzar su administración presidencial don Manuel Montt, el cual, al fin y al cabo , preparó el advenimiento de un partido llamado nacional, que fraccionó el conservador, principalmente, iniciándose as es tériles luchas particlaristas que aún duran. IY. Dos nuevas tentativas frustratlas !\1ientras el P. Prefecto estaba en Santiago, sincerán– dose ele la injustificada persecución del general Cruz_, q ueclóse en Imperial , según el mismo Prefecto lo dice, el P . Constancia de Pouzón, esperando que los indígenas le fabricaran alguna casita más decente, mientras aquel reg resaba; pero, viendo que el invierno se aproximaba, tomó la resolución, un tanto aventurada, de intentar otra nueva Misión entre infieles en un lugar llamado Petrus– chen; trasladóse allí en efecto, y fué bien recibido por los indios, cuyo cacique principal llamó luego á consejo á los caciques vecinos y todos convinieron en ello; pero exigieron al Padre que fuera á Santiago acompañado del hijo del principal, para obtener del Gobierno permiso y subsidios con qué establecer la Misión; aprovechó el Padre Constancia el invierno para negociar este prelimi– nar en Santiago á dond e llegó en Agosto ele 18 50, con– siguiendo del Presidente cuanto solicitaba. Mas cuando regresó á Petruschen encontró las cosas del todo cambiadas: recibido ele muy malas maneras, se vió amenazado brutalmente por tocias partes;· el