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EN LA .A.RA.UCANÍA. 1848-1859 113 todas las ideas liberales y opositoras de aquellos días. Estas medidas exaltaron los ánimos de tal modo que . en 2 o de Abril de I 85 1, comenzaron los motines en pro~ vincias, y uno más sonado en la capital, que costó la vida á más de I oo ciudadanos en batalla campal tenida e n plena Alameda de las Delicias. Sofocados estos motines populares, los liberales no cejaron por eso en su empresa, y desterrados ó encarce– lados sus cabecillas, organizaron sus fuerzas ofreciéndo– las al general don José María Cruz, Intendente de Con– cepción y jefe militar de las tropas de la frontera de la Araucanía. Si nos hubiéramos de plegar al criterio histórico -crítico del señor Barros Arana en su historia del decenio del Presidente Bulnes, d1:beríamos juzgar al can– di9ato de la oposición liberal como un hombre probo , incorruptible, incapaz de hacer mal á nadie y el único hombre de entonces, digno de ser rival del Sr. Montt, como propuesto por los conservadores disidentes del Sur; pero no es tan imparcial el renombrado historiador chileno, que no se apasione en sus j uicios sobre personas y cosas por las ideas abiertamente irreligiosas que lo dominaban y que supo infiltrar en todas las páginas de su historia, en cuanto podía redundar algún honor á la causa católica tradicional, encarnada entonces y ahora en el partido conservador. Creemos más autorizado el parecer del P. Prefecto Ca– puchino, el cual, con ingenuidad en él característica, y muy ajeno á las luchas políticas y partidaristas de un país para él extraño, hubo de iniciar sus trabajos apostóEcos ven– ciendo precisamente las dificultades que le puso el general Cruz, incapaz, al parecer, de comprender la independen- H. MISIONES 8