BCCCAP000000000000000000000204

lOü. l\IISIONES DE LOS p ·p , C AP UC HINOS del General con quemar la casa que el mismo Padre había levantado con sus manos. ·)) El retiro de las tropas chilenas de la frontera de Arau– co, me concilió la estimación y el agradecimiento de los indígenas, y, no obstante el abandono en que dejó aquello el P. Constancia de Pouzón, el incendio de la casa y las nuevas sospechas que habían esparcido contra mí algunos malvados, volví allí en Noviembre de r S50 y fuí recibi– do por ellos con inequí\·ocas señales ele afecto. ~ Solamente me impusieron dos condiciones para poder permanecer establemente entre ellos: la primera fué que hiciese restituírles sus dos caciques pri sioneros; y la se– gunda que en ningún caso podía introducirles espm7o!es (tanta era la aversi ón que les tenían). »Si es cierto que tanto nos queréis, me decían , y q ue podéis tanto para con el Gobierno , restituídnos nuestros caciques y entonces podréis fundar la l\1isión ; nosotros os prometemos permitir que nues tros hijos aprendan á leer, aunque esto es contra nuestras costL,mbres y las de nuestros mayores; pero que entre los l\lisioneros no se introduzcan espaíloles. ( r) Yo les prometí que haría fodo como ellos me exigían; pero con la condición de que ellos me hicieran la igl esia y la casa para los misioneros. > La condición fué acep tada, y me hicieron una chocita provisional en el lugar que yo les indiqué. » Para celebrar mi entrada solemne) esperaron á que Hegast:n los dos prisioneros, cuya liberación había ro conseguido del Gobernador de Valdivia. ,. Mientras ellos estaban ocupados en preparar el pu!dt, (1) Téngase presente la nota puesta en el c,1pituk, p~eceü1:nt ~ sobre la palabra ~espanolM )) ,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz