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MISIONES DE LOS PP. CAPUl'HI~OS II. Sucesos memorables 1í que 1lió lugar el designio de fmular nuevas l'\Iisioncs entre infieles En efecto, el primer intento del P . Angel para fundar nuevas misiones, coronado por el éxito, dió lugar á com– probar el heroico desinterés de los misioneros por el biei1 de la Iglesia y de la misma República, al mismo tiempo que puso á prueba la fuerza de voluntad del primer Pre– fecto; dejemos á él la palabra: ( 1) « • ..\que! pueblo bárbaro y al mismo tiempo heroico, me causó mucha pena y resolví introducirme en medio de él, á toda costa. , Hablé con este fin á alguno de los intérpretes, que se llaman capz"tanes de amigos prometiéndoles un grande premio si me acompañaban en tamaña empresa; mas no '¡ • • • • ' encontre 111 uno s1qmera que se ammase a exponer su vida) como decían ellos, por secundar mi capricho. , Convencido pues de que permaneciendo en San José me sería imposible llevará feli z término mi proyecto, por falta de medios materiales , volví á Valdivia y de allí á Santiago; no obstante la dificultad que oponía á mi em– barque el Gobernador de Valdivia: era el mes de Marzo ele aquel mismo año 1849. » Llegado á Santiago, el Ministro del Culto me recibió con mucha frialdad , y opinó que mi proyecto era inase– qu ible, añadiendo que el Gobierno no tenía dinero para emplearlo en una obra, que era inútil intentarla. (1 ) \, id. «La Araucanía », páginas 44 á 53 y 67 á 71. H emos pro– curado traducir el relato torlo lo más literalmente posible, para que comerrn su carácter personal.