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8 1 Las causas por las que dan un baile son varias; éstas, unas son cuando reciben alguna visita de civilizados, y éstos mani– fiestan deseos de ver el baile guajiro. Dan bailes después de haber salido de alguna grave enfermedad, como en acción de Luis Fernand ez, po de roso caciq ue de la Guajira, amigo r prot-e eto..- de los misio ner os gracias al «Guanurú», por haber dejado libre al doliente. También dan baile cuando lo pide el piache, por haber soñado que a tal familia hay que piacharla y ponerle un baile para evitar le sobrevengan enfermedades. Tienen otros bailes, pero son muy inmorales, por eso dejamos de mencionarlos. La preocupación constante del guajiro durante su vida es aumen– tar la cría de sus ganados, vacuno, lanar y caballar, con el fin de que su familia pueda celebrarle con esplen– didez sus exequias, regalando a cada cacique e indio rico que acuda una res viva, para que al regresar a sus respectivas rancherías se la con;ian en memoria del difunto. A los indios pobres se les obsequia con cabras u ovejas. Ni unos ni otros pueden reservarse los anima– les recibidos por el lloro para des– tinarlos a la reproducción, pues se tienen a mengua poseer otros ani– males que los heredados de sus antepasados. Cuando muere un indio, inmediatamente los presentes le cu– bren el rostro para que nadie lo vea, y se procede con presteza a su amortajamiento. La mortaja consiste en lo siguiente: encogen el cuerpo del difunto de modo que ambas rodillas toquen la barba, sujetándolo con amarras y envolviéndolo con piezas enteras de tela y mantas de lana, según las posibilidades de cada uno. Amorta– jado así el cuerpo, lo colocan en una hamaca, que cuelgan en la enramada, de que todo rancho guajiro está provisto . Apenas ha muerto el indio salen los emisarios y correos a dar 6

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