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77 i,on~a bueno ei enfermo, o darle quinina para que se le corte la calentura. Ya muchos indios, despreciando al piache, van al orfelinato a decir que tienen a alguno enfermo; entonces, el misionero o la mi– sionera, actuando de médico, le receta lo que juzga más conve– niente, dándole las medicinas del botiquín del orfelinato. Los guajiros constituyen tribus nómadas, por lo cual se hace muy difícil su civilización, a la que se resisten sobre manera. La causa de andar errantes es la escasez de agua y pastos para sus ganados, y cuando éstos se acaban y aquélla falta, levantan sus ranchos y se van a otra parte. Entre los guajiros, el hijo no hereda de su padre; las riquezas de éste van a parar a los sobrinos, hijos de la hermana; y funda– mentan esta ley, diciendo que ellos no pueden asegurar que los hijos habidos durante y en el matrimonio sean hijos de ellos; en cambio, la mujer no tiene duda de que sean hijos de ella; por esto, los hijos solamente heredan de la madre y de los tíos, hermanos de la madre.