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Gtl se cuidan de ella: luego matatl utla res ó Vélééi, según el número de visitantes, para obsequiarles, y cuando se van los huéspedes se han de llevar todo lo que no se han comido, incluso la piel de la res o de la vaca; el despreciar este obsequio lo tienen por grande ofensa. Para estos indios es una cobardía ver a su enemigo y no hos– tilizarle; puede darse el caso de llegar el enemigo con otros indios amigos a su rancho, entonces vuelven la cara para no verlo, y cuando está lejos del rancho, le salen a su encuentro y le acometen. El guajiro no profesa religión alguna; pruébalo el hecho de no tener ídolos, ni templos, ni sacerdotes. El << Guará», que es lo que más aprecia, no le da culto. Admite dos espíritus, uno bueno y otro malo, como se verá más adelante, y cree en otra vida después de la muerte: por esto se le pone al muerto comida, bebida y otras cosas para el camino que emprende después de la muerte.