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25 »¡Por eso, sí! Se~n muy bienvenidos los Padres misioneros a nuestra desolada tierra, donde hallarán, con el apoyo divino, mies abundante que cosechar para el granero de Cristo, y gran acopio de cizaña, que arrancarán, fervorosos, con la hoz encendida de la caridad cristiana. »Y yo, simple espectador entre la multitud que se agita, y encargado sólo por mi fe cristiana para dar testimonio de lo que vi, quiero consignar este humilde relato en el aliar de la conciencia pública, para que haya constancia de estos hechos, que hacen alto honor al pueblo de Riohacha, que inician para sus habitantes una era nutrida de esperanzas y que transparentan una gloria más para la Iglesia del Dios a quien yo adoro.-Riohacha, enero 18 de 1888. -M. M. 8anoja». Después de descansar y preparar los asuntos de la Misión y tomar los informes convenientes, se dispusieron a separarse para ir en busca de los indios . @_]

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