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334 benemérito Padre Luis García B., se expresa en los siguientes términos: «Se ha ultrajado hace quince días en un diario de la ciudad, de la manera más injusta y baja, a la insigne Comunidad de los Reve– rendos DD. Capuchinos, a aquélla que desde los tiempos de la con– quista ha venido trabajando cual ninguna otra por hacer brillar en el suelo colombiano la vida civilizada; deber nuestro es demostrar a las claras ante nuestros lectores cuál ha sido la cantera produc– tora del lodo tan corrompido; lanzar con la fuerza de nuestros pul– mones el grito de protesta por conducta tan poco racional, y estam– par en las páginas de nuestra publicación los documentos, que ; l,J ~-· ~ • • 1 ' . i i· Una Je la s casas P.n i·r'P.gJ.dí:is por' I ,_ 1\ 1 lisíUn ..i uno ti,~ los nUí-!VOS n1..itd1nonios de Nazarel' (Gu:,ji r;,J serán el eco perenne de nuestra voz , proclamando ante el público la inocencia de los hijos de San Francisco, la protesta de la socie– dad sensata y la confusión del culpable, para el cual pedimos el arrepentimiento de lo hecho.» El señor Obispo de Santa Marta, no contento con levantar su voz de Pastor de las almas y protestar públicamente en la S . l. Ca– tedral del veneno que en sus columnas llevara el Estado, para que brillara la inocencia del calumniado quiso ir a la fuente, al principio directo de prueba, y ante una selecta reunión de caballeros, hizo

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