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12 recurso consultar su proyecto con el Excmo . Sr. Delegado Apos– tólico en Colombia, Monseñor Agnozzi. Al efecto, marchó a la capital de la República a hablar con el señor Delegado, y éste, des– pués de tributarle sinceras felicitaciones por tan santo pensamiento, le ofreció dirigirse al Rvdo. Superior de los Capuchinos de España, en solicitud de misioneros para la Guajira y Sierra Nevada. Muy alentado quedó el corazón del limo. Sr. Obispo con tan grata entrevista. No transcurrieron muchos días sin que estos dos Prelados R\'mo. P . .Joaquin M.' d e Llevaneras, Ministro Pro\'lncial de los C apuc hinos d e España elevaran su petición a los Ministros Ge– neral y Provincial de los Capuchinos. Al P. Fr. Joaquín M.ª de Llevaneras supli– cábanle, por amor de Nuestro Señor Jesucristo, que en– viara a aquellas re– giones apóstoles Franciscanos, del mismo modo que con tanta generosi– dad y celo los había enviado a los archi– piélagos oceánicos. Le decía en su peti– ción el Excelentísi– mo señor Delegado: «El resultado de la Misión entre esta gente de buena voluntad es seguro, y suma la gloria que se dará a Dios con la salvación de tantas almas. Una respuesta favorable sería para mí y para el Ilmo. Sr. Obispo una verdadera fiesta, y la espero con gran con– fianza». Poco tiempo después, el Rvmo. P . General se dirigía al Reve– rendísimo P. Joaquín de Llevaneras suplicándole tomase en consi~ deración la súplica del Excmo. Sr. Deleg?do Apostóli'co de Colom– bia y la del Obispo de Santa Marta. En vista de todo ello, el Rvmo. P. Joaquín dirigió al Ilustrí– simo Sr. Obispo de Santa Marta la siguiente carta: «Montehano, Mayo 25 de 1886.-Ilustrísimo señor Obispo de Santa Marta.-
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