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CAPÍTULO 11 !lJcpara fa !L1--oL'iclcacia d os nzisic11cros SUMARIO: Dos sacerdotes de la isla de Curazao. - No re– ciben apoyo ninguno . - Abandon an la Misión. 1 los hombres cerraron sus oídos a los ca– ritati vos llamamientos del Obispo, en cam– bio Dios escuchó las plegarias del Pre– lado y del Dr. Celedón , enviándoles dos apóstoles, llenos de espíritu religioso y de caridad cristiana , para continuar la Misión principiada con tanto entusiasmo . En efecto : en el año 1880, dos sacer– dotes de la isla de Curazao, los RR. PP. Juan Antonio te-Riele y Fernando Eduardo C. Kieckéns, se presentaron al Ilustrísimo señor Obispo solicitando continuar la obra ci vilizadora de la Gua– jira, manifestando que todos los gastos que ocasi onase la Mi– sión corrían de cuenta de ellos. Obtenida la venia, empren– dieron su noble labor. Solícitos se mostraron por la futura suerte de aquellos desdichados, en medio de quienes perma– necieron larg o tiempo, y gracias a sus esfuerzos y a su pa– ciencia puesta a toda prueba, supieron sobrel levar tantos tra– bajos como les sobrevinieron. Mas a pesar de su celo evan– gélico y de su grande amor a los indios, a quienes se ·esfor-

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