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solicitó el excedente de lo que producía el mercado Guajiro, una vez cubiertos los gastos de la primera e1Jseñanza . IJjvína Pasl·o ra, ne.o.g 1•an adina, P,1h•ona <l e l as 1\lisi one~ Ca puchinas (1) Los habitantes de la ciudad propusiéronse ayudar al llus- (1) Esra plan cha fué comprada por el P. Modesto de /\ lhocácer, hace pocos aílos, a un indio que le salió al encuentro en uno de las calles de Bogará. La planch a, que es de cobre, eslaba completa– mente ox idada, de tal manera que no era posible adivinar qué es lo que pudiese haber allf gra– bado. Después de limpiarla se v ió que era la Di vina Pastora neogra nadina, que el Arzobjspo-Vi– rrey, Caballero y Góngora, había mandado grabar en la Casa de la Moneda de Sanlafé y que regaló a sus buenos amigos y fieles servidores de la Iglesia ·y de la Colonia, los PP. Capuchinos Valen– cianos. El Indio no supo o no quiso manifesrar cómo había llegado a sus manos aquella plancha; en la misma plancha encon tram os algo de su historia, pues dice así: dmagen de la Divina Pastora que llevan en sus Misiones los PP. Capuchinos de Sanlafé. Dedicada al Excmo. e limo. Sr. D. An– ton io Caballero y Góngora, Virrey y Arzobispo del Nuevo l?eino de Gran ada, quien concede 80 dfas de indulgencia a quien le r ezare una Salve•, (Ecos de la Misión) .