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CAPÍTULO XXX r f/r C::-'~:; él> r l,' - r íí., -r r .:r r, :r r- __:¿JL ..::LL :::L.:, ::[ranczsco ac l.':!·FZLlllC.LG/ ClZGL'LO t.::::USLOGZO SUMARIO: Renuncia del Custodio. - Nuevo Custodio. - Desorganización de la Misión. - Límites definitivos de la Custodia. L P. Antonio de Valencia, deseando dedicarse de lleno a la vida de misionero sin intervenir en el gobierno de la Misión, puso la renun– cia de su cargo de Custodio, que al fin le fué admitida, y para sustituirle en el mismo cargo fué nombrado, en 23 de abril de 1900, el M . R. P. Francisco de Orihuela, el cual hacía poco había regresado a la Provincia, llamado por los Superiores. Marchó, pues, a su destino, acompa– ñado del R . P . Atanasia de Manises . La Misión del P. Francisco de Orihuela, de suyo ya difícil, lo era mucho más por encontrarse aún la nación en plena revolución, por lo cual era sumamente difícil poder trasladarse de un punto a otro, por estar todos los pasos cerrados e intervenidos. Varios religiosos, ante el temor de caer en manos de los revolucionarios, marc;haron a Venezuela, abandonando sus propias residencias. La Misión, pues, estaba completamente deshecha y desorganizada. Una cuestión de no poca importancia se venía debatiendo, y