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XII Para que esto 110 se reduzca a una simple afirmación, citaremos algunos nombres, como los mártires de Marruecos, de Ceuta y Valencia; P . Francisco jocobo Busano, que predicó la fe en la Georgia; el Beato Oenfil, que en Egipfo y en Persia convirtió muchos mahometanos; P. Tomás de To/entino, Apóstol de Tartaria, el cual, en compañía de o/ros franciscanos, cosechó abundantes frutos, fundando muchos obispados, iglesias y convenios; P. juan de Montecorvino, que, después de evangelizar Persia, Armenia e India, fué consagrado Arzobispo de Pekín, extendiendo su acción apostólica a casi toda la China, Tibe/ y Corea; el Beato Odorico, que ejerció su apostolado en Cons– /an/inopla, Trebisonda _y todo el Mar Negro, la Armenia, Persia, Caldea e India Inferior; después misionó toda la costa del Malabar y todas las islas de aquel archipiélago; su palabra apostólica resonó en la Cochinchina y o/ros países has/a la China Meridional, pasando después a la Septe,1/rional por Pekín, y al Tibe/ y su capital lasa, y toda la Tarlaria,· P. Bar– io/amé de Bohemia, Apóstol de Polonia, Bohemia, Moscovia y Silvania, sufriendo el marfirio algunos de sus compañeros, preservando a estos países de la herejía de Lutero; P. Nicolás de Nápo/es, Apóstol de Da/macia, Bosnia, Rusia, Croacia, Servia, Albania; San Francisco Solano, Apóstol del.Perú.: P. ju– nípero Serra, fundador de San Francisco de California y de nueve misiones para la conversión de los indios, entre quienes trabajó, por espacio de quince año.5, con celo de verdadero Apóslo/ ! 1 ): P . Martín de Valencia, que con doce compañeros, cinco años después de su arribo a Méjico, había convertido muchos miles de infieles: uno solo de es/os misioneros bautizó (1) Para co11111e111orar la obra misio11aria de este fra11cisca110 en California, se le han erigido estatuas en Oolden Gafe Park, en San f-ra11cisco , en la Misión de San juan de Capis– tra110, sita entre Los Angeles y S ,111 Diego; en Monterrey y en la /l/isió11 del Carmelo, donde de8cansan sus venerables cenizas. Asimismo, en el templo protestante de San Pablo, de Nueva York, se encuentra un altar dedicado a San Ant,mio de Padua, obra del escultor Relph Adams Eram, y en dicho all<1r se admiran las estatuas de San Luis Rey de Francia, Santd Clara de Asi~. Santa Isabel de ffungría y la del P.Ju11ipero Serra.