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«El Mensajero de San Antonio» ha entrado hasta los lugares donde no reinan sino la soledad y el dolor: las prisiones. La idea cuajó el ai\o 1967, después de ponerse en contacto con las direcciones de todas las pri– siones de Espai\a. Se puso en marcha la obra llamada de «Los formidables de San Anto– nio», cuya finalidad es distribuir gratuitamente la revista con la libre apor– tación económica de este equipo de formidables a todos los centros hos– pitalarios y penitenciarios. El gestor, promotor, alma y vida de esta ini– ciativa ha sido el hermano Mariano Barona, que desbordó imaginación y coraje para llevarla adelante. Tenemos referencias concretas de que la revista está haciendo mucho bien entre los reclusos y enfermos hospitalizados. EL CALENDARIO Su origen y desarrollo ha corrido parejas con «El Mensajero». El calendario comenzó a divulgarse en el trienio del P. Evangelista de Autol (1945-1948). Antes de lanzarse a la aventura, el P. Evangelista quiso tantear el terreno y para ello probó fortuna con el calendario anto– niano editado por los padres franciscanos de Lérida, con una portada apropiada para el caso. La aceptación fue extraordinaria, ya que en 1948 se pudieron colocar 20.000 ejemplares. En 1949, se editó un calendario propio en una tirada de 50.000 ejemplares, a 6 ptas. unidad. Como es lógico, los franciscanos de Lérida, al perder una buena clien– tela, protestaron por la decisión atacando la legalidad de la publicación. Ya impreso, hubo de cambiarse el título, pues la ley favorecía la edición de los franciscanos, que reclamaban el titulo de su calendario como de– recho exclusivo autorizado debidamente. El calendario de los capuchinos, apoyado siempre por la creciente di– vulgación de «El Mensajero», se ha extendido casi al mismo ritmo que la revista. La tirada actual llega a los 92.000 ejemplares, que se colocan sin mayor dificultad. La confección de lo que es propiamente el calendario corre a cargo del P. Jesús Cía. El texto de las faldillas que, durante muchos ai\os ha sido preparado por los estudiantes teólogos capuchinos, en los tres últimos ai\os lo ha elaborado el P. Francisco Oroz. 83