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l. RECORRIDO HISTÓRICO FUNDACIÓN DE LA CAPILLA DE SAN ANTONIO Y PRIMERA COMUNIDAD Alejandro Uli El día 13 de junio de 1929 se cerraba definitivamente, por lo que a la presencia de los capuchinos en Zaragoza se refiere, el largo paréntesis que había dejado abierto la ley de exclaustración de 1835. En esta fecha me– morable se inauguraban solemnemente una capilla en honor de san Anto– nio de Padua y la residencia aneja para los religiosos en el barrio de Ve– necia. El dia anterior, con la concurrencia de varios millares de fieles y la asistencia de las autoridades eclesiásticas, civiles y militares y nutrida re– presentación del clero secular y regular, el obispo de Huesca, Mateo Colom y Casals, habla hecho la bendición ritual del nuevo edificio. La prensa local recogió en sus páginas el fausto acontecimiento. Esta fundación venia a colmar en parte el viejo anhelo de los capu– chinos navarros por acentuar su presencia y extender su influjo en la zona que fuera en tiempos fecunda y gloriosa provincia capuchina de Aragón. Era también la culminación de una serie de tentativas que duraban más de veinticinco ai'los. Para perfilar la historia de los primeros tiempos de nuestro convento de Zaragoza, todos los estudiosos han bebido en la Crónica Conventual y a ella deberemos recurrir, a pesar de que la encontramos redactada con bastante posterioridad a los hechos, con impresionantes lagunas y algunas contradicciones. Nosotros hemos procurado completar datos y subsanar errores recurriendo a testigos presenciales y a otras fuentes, aunque no siempre hayan casado bien las noticias de nuestros informadores. El día 10 de enero de 1928 (o quizá el 9, como se lee en otro lugar de la Crónica), hablan llegado a la ciudad de los Sitios el P . Ignacio de Pamplona y Fr. Severo de Satrústegui con la misión concreta de buscar 5

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