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Así, con sencillez, con humildad, con la profunda paz del deber cum– plido, murió gloriosamente esta vocalía de las cuevas en un domingo ca– luroso de julio de 1956. La Vocalía de catecismo para ancianos surge inmediatamente después de desaparecer la vocalía de las cuevas, como para canalizar el impulso de los terciarios. Todos los domingos, un grupo de hermanos y hermanas dedican su tiempo a enseñar el catecismo a los ancianos del barrio. Y se esfuerzan por remediar sus necesidades materiales. «El P. Director de esta sección -leemos en la Memoria de 1957'- en su celoso afán de cubrir las necesidades de los concurrentes al catecismo, organizó e hizo una intensa campafla titulada «La campafla de la man– ta», como consecuencia de la cual se recogieron 40 mantas, diversas ro– pas de toda clase, calzado, que tuvieron la satisfacción de entregar a estos necesitados y por orden de puntuación el día 25 de diciembre, con la alegría y gratitud consiguientes.» El catecismo de ancianos continúa siendo atendido por el P. Francisco Oroz, ayudado por dos hermanas. En Navidad se les obsequia con una merienda y, al final del curso, al comienzo del verano, se organiza para ellos una excursión. El comedor de ancianos comenzó a funcionar el 4 de octubre de 1948 en los bajos del convento de San Antonio. Y ha continuado funcionando hasta hoy ininterrumpidamente. Al principio, se renovaban los turnos de comensales cada mes para atender al mayor número de necesitados. Hoy, los ancianos que acuden puntualmente todos los dlas al comedor son fijos. Durante muchos años han sido las terciarias y cofrades de san Antonio las que, bajo la dirección del P. Benito de Elía, han servido a los pobres en el comedor. Las hermanas, al mismo tiempo que enseñaban el cate– cismo, reclutaban socios que con sus aportaciones económicas contribuían al mantenimiento del comedor. «Si hay algún impedido, ellas mismas le dan de comer como se hace con los niños pequeñitos», leemos en las crónicas. Las Conferencias de la Divina Pastora están compuestas de socias afi– liadas honorarias. Su finalidad consiste en socorrer a terciarias necesitadas y a mujeres pobres del barrio. ayudándolas con prendas que ellas confe.:– cionan y compran. La Hermandad Francis<·ana del Trabajo nació por iniciativa del P. Elías de Limonar y se desarrolló fundamentalmente por su inspiración e impul- 67