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mucha anuencia e;~ lectores. Si los terciarios se han beneficiado de la bi– blioteca en tiempos pasados, hay que afirmar que desde hace muchos ailos son los adolescentes los que asiduamente acuden cada tarde en bu~· 1 de sus libros preferidos. Con una constancia y sacrificio encomiables, la biblio– teca, desde que comenzó a funcionar hasta el presente, ha estado atendida por la hermana Socorrito Meseguer. Teóricamente el terciario es el que se empeila en conseguir la perfección cristiana en el mundo, siguiendo el ejemplo de San Francisco Todo ter– ciario, al ingresar en la Fraternidad, ha querido ser un buen cristiano. Para satisfacer sus anhelos, la hermandad ha brindado a los terciarios estos medios: El cuarto domingo de cada mes ha sido toda una institución, el día que los terciarios fomentaban la Fraternidad y alimentaban su espíritu franciscano. Hasta la reforma litúrgica llegaban masivamente a la iglesia de capuchinos para asistir a la misa que se denominaba de comunión ge– neral. Por la tarde, con el escapulario a la espalda y ceilido el talle con el cordón seráfico, asistían corporativamente a la función. Ésta c.onsistia en la exposición mayor del Santísimo, rezo del rosario, sermón de carácter franciscano predicado por el director, y reserva. Al final se impartía la absolución general, se besaba la reliquia de San Francisco y, si había can– didatos o profesos, se les imponía el hábito o se les admitía a la profesión. Después de la reforma litúrgica, los terciarios asistían a la misa de la tarde y se reunían en el salón del convento para recibir una clase de formación franciscana. Los terciarios han celebrado siempre con especial solemnidad las prin– cipales festividades franciscanas, como la Porciúncula, las Llagas y fiesta de San Francisco. Por otra parte, siempre que ha habido alguna función religiosa a causa de algún acontecimiento franciscano, beatificaciones o canonizaciones, la pre.sencia masiva de los terciarios nunca ha faltado a estos actos. Una de las solemnidades que los terciarios han celebrado con cultos especialés ha sido la de Cristo Rey. El día de retiro se ha venido celebrando desde que se fundó la her– mandad, aunque no se ha realizado siempre de la misma manera. Los primeros ailos se tenia el lunes siguiente al cuarto domingo. Se iniciaba por la mailana con una misa de comunión general, con predicación. Por la tarde se tenía una función. A partir de 1958, se traslada el día de retiro al domingo de terciarios. Se dedica toda la mailana o toda la tarde y se tienen dos meditaciones y una plática, cambiándose, a veces, la plática por una encuesta. 59