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Atendiendo a esta ordenación, el 14 de noviembre de 1948 se erigía la archicofradla, creándose una vocalla para atenderla. Ingresaron en ella nii\os y niftas cuya edad comprendla de siete a catorce ai\os. El alma de la arcbicofradla ha sido, desde que echó a andar hasta su desaparición, la hermana Joaquina Orús, que no ahorró esfuerzos para dar una formación adecuada y mantener el entusiasmo de los cofrades. Los reunta cada quin– ce dlas, organizaba excursiones y llegó a formar un pequeflo grupo de teatro. Los cordlgeros permanecían vinculados a la Fraternidad por medio de la asistencia a algunos actos y funciones solemnes que celebraban los hermanos. La archicofradla tiene como finalidad ser un semillero de vocaciones de terciarios. El discretorio, consciente de la importancia de la archico– fradía, invita con cie.rta insistencia a los hermanos para que inscriban a sus hijos como cordigeros. Otras de las instituciones creadas por la Fraternidad para captar her– manos es la Juventud franciscana. Funcionó durante unos cuantos ai\os y en ella ingresaban jóvenes piadosas, chicas que pertenecían a Acción Cató– lica y los cordígcros al llegar a los catorce al'los. Dirigida por la hermana Antonia Muiloz, el grupo se reunia semanalmente para recibir una clase de formación religiosa. Se crea la Voca/fa de propaganda con el fin de recoger para el archivo todo lo que pueda interesar a la Fraternidad y dar a conocer la Tercera Orden, echando mano para ello de estos dos medios de difusión social: la radio y la prensa. Creo que esta vocalia tuvo poca vida. Para ingre.sar en el noviciado se requeria que el candidato fuera pre– sentado por el discretorio por medio de la recomendación de dos herma– nos, un miembro del discretorio o un padre capuchino. Presentada la so– licitud en la reunión mensual del discretorio, se discutían las cualidades morales del solicitante, siendo rechazadas las de aquellos cuya conducta no aparecia limpia e intachable. En 1950 se instituye el postulantado con una duración de tres meses, debiendo asistir los postulantes a todas las clases que se dan a los novicios. El noviciado comenzaba y comienza con la toma de hábito, ceremonia que se realizaba al final de la función de los cuartos domingos o de las grandes festividades franciscanas. Según las Constituciones, la formación de los novicios es un cometido que corresponde al maestro. Pero la clase de formación ha sido dada por el maestro, el director o por ambos conjuntamente. Antes de la reforma litúrgica, los novicios tenlan su clase de formación en un salón del con– vento, una hora antes de la función que los terciarios tenian por la tarde, 56

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